La contaminación poco a poco acaba con la vida de la flora y fauna, aumentando su proporción sin precedentes en nuestro planeta, siendo el ser humano el causante de su proliferación.
Sabiendo que el ser humano es la especie más inteligente; o, al menos, eso se cree, es incapaz de cuidar su planeta, su propio hogar.
Estamos en pleno siglo XXI y la contaminación empeora cada vez más, ya que continúan inventando materiales químicos que dañan constantemente nuestro planeta.
Se derriten los glaciares y eso ocasiona cambios bruscos en el clima, provocando tormentas que jamás habían tenido tal intensidad, y en lugares en los que hace muchos años no se presenciaban tornados, maremotos, terremotos, etc.
Creando el hueco de la capa de ozono, dejando entrar rayos UVE afectan directamente a la piel del ser humano, provocando enfermedades cancerígenas a la piel.
La quema irresponsable de basura, desechos tóxicos que son arrojados inescrupulosamente a ríos y mares contaminándolos, llegando a matar especies marinas que habitan estas zonas.
Incluso sabemos que el oso polar de la Antártida está en peligro de extinción y somos los únicos culpables de esta tragedia, porque al contaminar generamos el calentamiento global y a causa de ello los glaciares se derriten a diario y así el oso polar pierde su hogar.
Desde tiempos inmemoriales el ser humano ha cazado, destruido, y lo peor es que solo empeora, pues utiliza la tecnología para modificar el ambiente a su beneficio; sin embargo, esta también contribuye a perjudicarlo.
Somos los seres más inteligentes del planeta, y somos capaces de transformar el ambiente para satisfacer nuestras necesidades como ninguna otra especie en la tierra ha podido, pero a pesar de esa capacidad, lo único que buscamos es nuestro beneficio, sin importar que flora y fauna se esté destruyendo a pedazos por nuestra culpa.
La verdad es que cuando realmente queramos salvar lo poco que queda de vida, ya será muy tarde.
Comments